Por Qcryptogirl
Tengo que hacer una transacción simple. Pasar un token específico al token original de la red elegida y luego a mi exchange en USDC.
Configuro la red, conecto la wallet, me aseguro de que la dirección interminable de recepción es correcta, lo mando y rezo. Miro como se validan los bloques. Rezo otra vez. Tarda más de 10 minutos. Parece que la red está congestionada. Sudo. Rezo. F5, F5, F5… Me levanto a por el té. Vuelvo. Respiro, ya veo el token en la wallet pero me queda repetir lo mismo para pasarlo al exchange y luego convertirlo a fiat o en un defecto, y disponiendo de tarjeta del exchange, gastarlo desde ahí.
Y ahora me imagino a cualquiera de mis amigos o familiares o a la cafetería donde me tomo el café por la mañana, haciendo esto. Me imagino al panadero hablando de su clave privada, de que solana o polygon están congestionadas esa mañana y no me pueden cobrar.
No me imagino al camarero cobrándome y hablando de protocolos de consenso, ni de hashes, ni de wallets… Y entonces me doy cuenta de la importancia de la usabilidad y de lo muy olvidada que está.
La famosa adopción
Queremos adopción pero nos hemos olvidado de que las cosas tienen que ser fáciles y seguras. No se trata solamente de entrar en un exchange a especular o a comprar un token determinado. Se trata de trasladar a la sociedad hacia la economía digital, de transferir toda la operativa financiera a redes que validan y almacenan los datos de forma segura y que tienen que ser compatibles entre sí porque de esas conexiones depende también un nuevo internet más amplio, global y virtual. Hablamos de metaversos y de NFTs como si fueran algo aparte de la economía, como si no supiéramos que lo que mueve el mundo es el dinero y que, por tanto, es lo primero que debemos tener preparado para que todo lo demás funcione.
Si no podemos hacer que las redes sean interoperables, estables, escalables, fáciles de usar y seguras, no vamos a poder construir el resto.
Por eso, en cierto modo, puede ser que estemos sacrificando la descentralización (como eliminación de terceros) y las grandes empresas ayuden a que la economía digital se pueda extender fácilmente desde nuestro móviles. Google Pay, Apple Pay, PayPal, Visa, Mastercard… Las misma plataformas que usamos ahora pero inmersas en blockchain y cryptoactivos.
E igual que la mayoría no sabe cómo funciona una pasarela de pago o qué transacciones se hacen cuando se pasa la tarjeta por el datáfono, tampoco necesitará saber qué es blockchain.
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Qcryptogirl
Colaboradora
Qcryptogirl es técnico de mercados financieros y apasionada de la innovación. Tech early adopter.
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Totalmente de acuerdo.
Queda mucho camino por recorrer…